Capítulo 15. Bonjour princesse.

...un chico al que Arancha conocía, me parece que se llama Rubén.
Miré a Elia ilusionada.
Yo: ¿Se ha ido ya?
Elia: Estaba delante nuestra, se habrá ido ya.
Yo: Mm...
Elia: ¿Por qué?
Yo: Por nada.
Me quedé pensativa, cogí el móvil y le llame.
(Conversación telefónica)
Yo: ¡Rubén! Me ha dicho una amiga de Arancha que te han visto las dos.
Rubén: Sí, he visto a Arancha y a Marta y Rocío.
Yo: ¿Dónde estás ahora?
Rubén: Voy para mi casa.
Yo: Que pena...
Rubén: ¿Por qué?
Yo: Te quería ver.
Rubén: Otro día te llamo y quedamos, es que tengo que estar con mi familia.
Yo: Mañana es el concierto de Auryn y pasado mañana me voy...
Rubén: Mierda... -se quedó pensativo- te dejo, ¿vale? adiós.
Colgó. Me fijé que Natalia había escuchado la conversación. Notaba que estaba mirandome, entonces la miré.
Natalia: Si no es mucho entrometerme... ¿quién era?
Yo: Un amigo.
Natalia: ¿Sólo eso?
Noté que estaba como celosa, no sé, algo un poco imposible de explicar.
Yo: Sí, un buen amigo, nada más.
Natalia sonrió y miro al césped.
Era hora de marcharse, había que dormir bien para mañana estar a tope. Nos fuimos hasta nuestro portal, Natalia, Rocío y Arancha nos acompañaron. Elia se fue a su casa.
Yo: Bueno chicas, ya nos llamamos.
Con esto nos metimos en el portal. Subimos a casa, abrimos la puerta y nos fuimos a la habitación, todo esto sin palabra alguna. Me senté en la cama.
Yo: Marta, ¿qué nos esta pasando?
Marta: No sé...
Yo: Dímelo tú, porque yo no lo sé.
Marta: Yo tampoco, es un poco raro.
Yo: Ya.
No hablamos más. Me fui al sofá a ver la televisión. Mañana sería un gran día, pero primero iba a intentar arreglar las cosas con Marta. Salió de la habitación y se sentó al lado mío. Hablamos, aclaramos todo, yo la entendí, era normal. Nos abrazamos y prometimos no volver a pasar una de la otra.
Nos fuimos a dormir pronto. Nos levantamos a eso de las 11 y media. Pronto. Estuvimos un ratejo viendo la tele. Luego nos preparamos la comida y nos duchamos. Nos vestimos y a las 7 de la tarde vino mi prima, dispuesta a llevarnos al concierto que era a las 9. Ya íbamos a salir cuando me sonó el móvil, me sorprendí, era...

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Capítulo 14. Bonjour princesse.

...ex.
Yo: ¿Y qué pasa con él?
Se quedo pensativa, no parecía acomodarle mi pregunta.
Natalia: La cosa es que no es un chico.
Con eso me lo explicó todo, me quede asombrada. La dije que me contara todo. Ella encantada lo hizo, me contó como surgió todo, y que el amor no sólo es chico y chica. También puede ser chica y chica o chico y chico. Yo no le veía ningún problema, la pasó como a Marta, pero a la vez fue distinto, su ex y ella salieron mal. Lo que no entendí fue porque su ex la llamo. Ella tampoco lo entendía.
Yo: ¿Y qué te ha dicho?
Natalia: Quiere volver conmigo...
Yo -me quedé pensativa y mirando al césped-
Natalia: -me miró- tranquila, no voy a volver con ella.
Yo: ¿Por qué? -la miré con interés-
Natalia: Me ha echo mucho daño, además que ya encontraré a alguien que me sepa apreciar -me miró y sonrió-
Yo: Eso siempre llega, y el tiempo siempre pone a cada uno en su lugar.
Me sonrió y miró al césped arracandolo (lo normal que se hace con el xD). Yo estaba inquieta y ella se notaba que también. Me cogió la mano y me dijo:
Natalia: Prometeme que si te hacen daño algún idiota me lo dirás.
Yo: Prometido, pero dudo que alguien me quiera.
Natalia: Eres adorable, y te lo dice ''una experta''.
Yo: No creo, pero, ¿para qué quieres que te lo diga?
Natalia: Para partirle la boca.
Yo: Mirala que fina ella -me reí-
Natalia: ¿Yo? Mucho -se rió conmigo-
Acabamos de reírnos y vinieron Marta, Rocío, Arancha y Elia con sus respectivos helados. Se sentaron al lado nuestra.
Elia: Uff chicas, no os imaguináis que cola había.
Yo: Sí, me lo imaginé porque tardabais mucho.
Arancha: Pero bueno, merece la pena esperar.
Elia: La verdad es que si.
Arancha y Elia estaban dandonos envidia, Marta y Rocío seguían a lo suyo... La verdad es que me estaba distanciando mucho de Marta.
Natalia cogió con su dedo indice un poco de helado de Elia, lo tenían todo planeado con sólo mirarse, y me lo untó en la nariz, se levantó y echo a correr. Acto reflejo me levanté y salí corriendo detrás de ella. La cogí después de correr un rato. La tiré al suelo y la hice cosquillas. Se retorcía y me dio un beso en la mejilla. A su vez me mordió la oreja. Nos levantamos riendonos y fuimos donde estaban las demás.
Elia: Vaya dos.
Arancha: Estoy de acuerdo contigo.
Yo: -me reí-
Elia: ¿A qué no sabéis a quién hemos visto en la cola de la heladería?
Yo: No, ¿a quién?
Elia: A...

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Capítulo 13. Bonjour princesse.

...cajita.
Miré a la caja, era de un rojo muy bonito. Natalia se acercó a mí.
Natalia: Toma -me entregó la caja que llevaba en sus manos-
Yo: ¿Para mí?
Natalia: Por supuesto.
Me la guardé en el bolsillo, no quería que Marta viera lo que estaba dentro... No sé porque, será porque quería verlo a solas... La di las gracias, me dio un beso en la mejilla y se marchó prometiendo llamarme.
Marta: ¿Qué te ha dado? ¿Qué es?
Yo: Cotilla.
Marta: Mucho, venga dímelo.
Yo: No.
Marta: ¿Por qué?
Yo: Porque no.
Después de esas palabras me fui a la habitación, dispuesta a abrir la caja. La abrí y era una pulsera, una pulsera hermosa. Ponía mi nombre. Era un bonito detalle. Me la puse al momento. Salí de la habitación y me tumbé en el sofá.
Marta: Serás tonta, al fin y al cabo te voy a ver lo que te ha regalado.
Yo: Cállate.
Marta: No me mandes callar, sabes que llevo razón -miro mi muñeca- con que es esto, ¿eh?
Yo: Sí -la miré mal-
Marta: -se acercó a mí y miró la pulsera- una pulsera eh... -la toco y la miró de cerca-
Yo: Sí, ¿algún problema?
Marta: Ninguno, ¿pero por qué te regala eso Natalia?
Yo: Por lo menos me regala algo, no como ''tu Rocío''.
Hay me pase un poco bastante, me miró y se puso haber la tele sin ninguna palabra. Se nota que la había sentado mal. A los minutos me miró y dijo:
Marta: ¿Qué tienes tú con Natalia?
Yo: Amistad.
Marta: Ya... -se quedó pensativa-
Yo: ¿Qué?
Marta: Nada, nada -se rió-
La volví a mirar mal, y me dediqué a ver la televisión.
Al día siguiente me llamo Natalia para quedar con Rocío y Arancha, las cinco. Aceptamos encantadas. Ayer estaba un poco nerviosa, no sé que me pasaba, trate mal a Marta, lo que yo nunca había echo...
Llego la hora de salir con Natalia, Rocío y Arancha. Nos llamaron al portal. Bajamos y fuimos a dar un paseo cerca de nuestra casa, que o si no nos perdíamos.Cerca había un parque, fuimos ahí. Por el camino nos encontramos a una amiga de Arancha, no la conocía.
Chica: ¡Arancha! -se dirigió a ella y la abrazó-
Arancha: ¡Elia! Bueno, os presento, esta es Elia -fue diciendo nuestros nombres uno a uno-
Yo: Encantada.
Elia: ¡Igualmente a todas! -sonrió- ¿Dónde vais?
Arancha: Estaremos por aquí, ¿y tú?
Elia: También.
Arancha: Quédate con nosotras, ¿qué os parece?
Todas asentimos con la cabeza.
Elia: ¡Perfecto!
Nos sentamos en el césped del parque. A Marta, Rocío, Arancha y Elia se les antojaron unos helados, yo no quería y Natalia parecía que tampoco. Se fueron a por ellos. Mientras ellas estaban ausentes yo estuve hablando con Natalia, de deportes, y cosas de esas. De repente la sonó el teléfono, lo cogió. Su cara se volvió extraña, de asombro. Colgó.
Yo: ¿Qué a pasado...?
Natalia: Nada...
Yo: Venga, puedes confiar en mí...
Pronuncié esas palabras y sus ojos verdes brillaron.
Natalia: Es que era mi...

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Capítulo 12. Bonjour princesse.

...Natalia.
Me quedé pasmada al oír su hermoso nombre. Y su hermosa voz.
Yo: Me encanta tu nombre, ahora te paso con Marta...
Natalia. No, no me pases con ella.
Yo: ¿Por qué?
Natalia: Porque quiero conocerte a ti, haber, dime, ¿cómo te llamas?
Yo: Ainhoa... -se me notaba tímida-
Natalia: Ah sí, Marta me a hablado muchas veces de ti.
Yo: ¿Así?
Natalia: Sí.
Estuvimos hablando un buen rato, por no decir toda la noche. Marta se durmió desde que cogí el teléfono, más o menos. Sabía que iba para largo. Era demasiado maja para ser real... Colgamos después de horas y horas hablando, casi no dormí. Le di mi número de teléfono y me prometió que me iba a llamar en breves. Yo la contesté que ansiaba su llamada... Cosa que nunca he dicho nunca a nadie.
Por la mañana me despertó Marta prontísimo, la mandé a paseo. No podía despertarme, necesitaba dormir. Oí el timbre de la puerta y como la abrían. De repente se abrió la puerta de mi habitación y alguien me aplastó. Encendí la luz con los ojos cerrados todavía, era una cara desconocida. Puse una cara rara.
Natalia: ¡Vamos dormilona!
Yo: Na...¡¿Natalia?!
Natalia: En persona, venga vístete que nos vamos.
Miré a la puerta, estaba Marta con una sonrisa de oreja a oreja, y al lado suya Rocío.
Yo: -con los ojos cerrados todavía- seréis cabronas...
Natalia: Vamos, no tenemos todo el día.
Me levanté y las eché de la habitación. Me vestí, abrí la puerta y estaban sentadas en el salón. Me fui a arreglarme al baño. Terminé y fui al salón. Salimos de casa, no tenía ni idea de donde íbamos. Todo me resultaba raro, no conocía nada de nada. Después de andar mucho llegamos a un centro comercial. Deduci que íbamos a ir de compras, genial.
Estuvimos en diversas tiendas, riendonos y provandonos ropa. Fuimos a comer a un McDonnal. Pasamos la tarde ahí, de vicio.
Terminé agotada. Pero a la vez estaba feliz.
Llegué a casa y me tumbé en el sofá. De repente me llamaron al móvil, era Natalia, sonreí como una tonta.
(Conversación telefónica)
Yo: ¡Natalia!
Natalia: ¡Amor! ¿Como estás?
Yo: Bien, bueno... Un poco cansada ¿y tú?
Natalia: Yo bien, mejorate y descansa que tienes que estar a tope.
Yo: Eso intentaré, será cuestión de un día o por ahí.
Natalia: No lo intentes, hazlo.
Me agrado mucho su llamada, me devolvió el ánimo. Estuve viendo la tele (en inglés como siempre xD) junto a Marta. Mi prima no tenía ni remota idea de donde estaba.
Al día siguiente me desperté como una chica nueva, con ganas de comerme el mundo. Esperaba la llamada que habitualmente me hacía Natalia. Sinceramente me alegraba el día. Y como siempre, llegó esa llamada y esas sonrisas tontas. Mi prima apareció aquel día, nos contó que había estado en la academia y luego con sus amigos.
Se iba acercando el día del concierto, y nosotras cada vez más nerviosas. Faltaban como unos 3 días.
Ese día llamaron a la puerta, abrió Marta.
Marta: ¡Ainhoa! -me grito-
Yo: ¿Qué quieres? -grité-
Marta: ¡Es para ti, ven!
Me levanté del sofá y fui hasta la puerta. Era Natalia con una...

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Capítulo 11. Bonjour princesse.

...mi madre. Lo cogí.
(Conversación telefónica)
Mi madre: ¡Hija! ¿Qué tal por Londres?
Yo: Bien, ¿y por ahí?
Mi madre: Bien.
Yo: ¿Y Marta qué tal está?
Mi madre: Bien, disfrutando de París y del verano.
Yo: Ah bien, bueno te cuelgo que estamos aprendiendo ingles.
Mi madre: ¿Estáis en una academia o algo así?
Yo: No -me reí- pero aprendemos por la tele.
Mi madre: Ah bien, me parece perfecto que estés dispuesta a aprender inglés.
Yo: Me gusta.
Mi madre: Me alegro, adiós hija.
Yo: Adiós mamá.
Colgué, intercambié miradas con Marta, la negué con la cabeza. Estuvimos viendo la tele, y por la noche una película, que no me enteré ni de la mitad. Nos fuimos a dormir pronto, llegaba la hora de aclarar cosas con Marta. Me senté en su cama.
Yo: Cuentame todo.
Marta: No hay nada que contar.
Yo: Venga, eso no te lo crees ni tú, cuenta.
Marta: Vale, ¿por dónde empiezo?
Yo: Por el principio.
Marta: Eso, es fantástica, he volado más alto que nunca... -se la veía sentimental-, no tengo palabras para describirla, a ella.
Yo: Oins que bonito es el amor... Suertuda...
Marta: Tú también tienes oportunidades.
Yo: Ya, pero no quiero aprovecharlas.
Marta: ¿Por qué?
Yo: Porque no es mi prototipo de chico.
Marta: Entiendo...
Yo: Pero presiento que es el amigo ideal.
Marta: Puede ser, déjate llevar por el instinto, a lo mejor luego te arrepientes.
Yo: Nada es imposible...
Seguimos hablando, del mismo tema y razonando las cosas... Me contó todo, desde que se fueron a hablar a solas hasta que vinieron, eran más monosas... Aunque Marta sea una chica que le guste otra chica, no tiene nada de malo, no sé porque hay gente tan relativamente estúpida como para discriminarlas o marginarlas, pero bueno, allá ellos, la vida te devuelve, una a una, las cosas que tú haces.
La sonreía mientras me lo contaba, estaba imaginandome con ese chico, que me hiciera sentirme especial, que me hiciera llevarme hasta las nubes o incluso más... Pero me parece a mí que el destino todavía no me lo trae, esperaré, esperaré por él. Era hermoso todo lo que me contaba, cada palabra que ella la había dicho a Rocío, cada gesto, cada mirada, cada sonrisa... Todo eso me lo estaba describiendo, con muchos detalles... Y vale, lo admito, tenía envidia, por el amor que sentían ambas.
De repente a Marta le sonó el móvil, pero como estaba tan concentrada contandome eso me dijo que lo cogiera yo, yo la obedecí y lo cogí.
(Conversación telefónica)
Yo: ¿Sí?
Persona: ¡Hola Marta!
Yo: No soy Marta, soy una amiga suya.
Persona: ¡Oh! Lo siento.
Su voz era tan dulce como cualquier cosa con azúcar... Parecía la voz de una chica.
Yo: No pasa nada, ¿quién eres...?
Chica: Soy...

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Capítulo 10. Bonjour princesse.

...me susurró al oído: ¿estás mejor?
Me di la vuelta y le tenía en frente, mi cara frente a su cara, mi nariz junto a su nariz. En ese momento empezó a sonar una canción super bonita (aunque yo le dije al Dj una marchosa ~.~). Él se dirigió a mi oído y la empezó a cantar a lo bajito: ''Sé que me sigo depender de este cielo, con asilo para así sentirme vivo. Pierdo mi rumbo, tu pelo de azabache, ya no sé ni que hacer para besarte (...) ''
Me sorprendí, cantaba genial.
Yo: ¿Te la sabes?
Rubén: Sí, osino no te la podría haber cantado -me sonrió-
Yo: Es preciosa.
Rubén: No es nada comprada contigo.
Me puse roja, pero roja. No sabía que decirle, me quedé callada, él seguía cantandome aquella canción, hasta que se acabó. Después de esa canción venía la de Don Omar - Hasta que salga el sol. Nos fuimos con Marta, Rocío y Arancha, la estuvimos bailando y cantando (iba a llover de fijo). La 'noche' se acababa, la fiesta se acababa.
Rubén: Bueno chicas, un placer haberos conocido -me miro-. Darme vuestros números para quedar más veces.
Estuvimos intercambiando números.
Rubén: Ya os llamaré para quedar -sonrió-
Yo: ¿Dónde vives tú?
Rubén: Aquí en Londres.
Yo: Nosotras vivimos en Francia...
Rubén: Bueno, una amistad a distancia, intentaré ir a Francia -sonrió-
Yo: Nosotras, Marta y yo, nos quedamos toda esta semana.
Rubén: Perfecto, ya os llamaré.
Se despidió de nosotras con dos besos. Pronto nos íbamos a ir también nosotras.
Marta: Ui... Menudo chicarrón, ¿no? -se rió-
Yo: ¡Cállate!
Marta: Os he visto muy pegados -se rió aún más-
Yo: Te callas o te meto una ostia -me puse agresiva-
Rocío: Marta -la dio la mano- dejala, es normal que se ponga nerviosa.
Yo: -miré mal a Rocío- el caso es fastidiar, ¿eh?
Rocío: Lo hacemos con cariño -se rió-
Mi prima vino en ese momento.
Támara: Vamonos chicas.
Es lo único que dijo, la seguimos hasta la casa de Fran. Nos despedimos de Rocío y de Arancha.
Yo: ¿Cuando os volveremos a ver?
Rocío: No lo sé.
Yo: Bueno, ya nos llamamos -sonreí-
Se metieron en su portal, parece ser que Arancha se iba a quedar a dormir en casa de Rocío. Mi prima me contó que Fran esta en Londres para aprender el inglés, igual que ella, y se había llevado a Rocío y a Arancha unas semanas con él.
Llegamos a casa de mi prima sobre las 8 de la mañana, estabamos matadas las tres. En cuanto entramos en casa nos tumbamos a dormir, sin ninguna palabra, hasta las 5 de la tarde aproximadamente.
Nos levantamos, y nos pusimos a ver la tele, aunque no entendía nada, estaba todo en inglés. Nos íbamos a quedar todo el día en el sofá, eso estaba clarísimo. De repente me sonó el móvil, miré y era...

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Capítulo 9. Bonjour princesse.

Chico: ¡Hola chicas!
Yo: -le miré raramente- hola.
Chico: Me llamo Rubén, ¿y vosotras? -sonrió-
Yo: Yo Ainhoa.
Arancha: Yo Arancha.
Rubén: Encantado chicas.
Yo y Arancha: Igualmente.
Parecía majo, me quedé embobada con su sonrisa. No veía mucho, pero intentaba verle.
Rubén: Necesitaréis a alguien que os lleve a casa, estáis un poco mal.
Yo: ¡Bah! Estamos bien.
Rubén: ¿Os estáis viendo? Estáis mal, hacerme caso.
Yo: Mm puede, pero no te conocemos...
Rubén Lo sé, pero hay tiempo para conocerse, ¿no?
Yo: Estoy de acuerdo.
Me fui corriendo al baño, iba a potar. No por Rubén, si no porque lo necesitaba.
Volví a los 5 minutos aproximadamente, me disculpe, me entendieron.
Rubén: Normal, ¿ves? Estás mal, al menos tú. -me sonrió-
En ese momento me derretí.
Yo: Un poco sólo...
Rubén: Reconocelo ya Ainhoa.
En ese momento vinieron Marta y Rocío.
Marta: ¡Hola! ¿Cómo estáis después de todo? -se rió-
Yo: Bien -sonreí- ¿y vosotras?
Marta: Perfecto.
Rocío: Eso mismo -sonrió-
Noté que algo había pasado, no quise preguntar hasta tener a Marta a solas conmigo.
Estaba super cansada, pero seguía bailando, pero no bebiendo... Estuvimos hablando, intercambiando cosas cuando Marta vio el brillo que yo tenía en mis ojos, y decidió inventarse alguna escusa para que Rubén y yo nos quedaramos solos, sabía lo que yo pensaba.
Rubén: Tus amigas se van.
Yo: Ya veo...
Rubén: Eres maja, déjame que te cuide.
Yo: -sonrojada- vale.
Serían las 4 de la mañana, o por ahí, yo ya iba estando mejor, gracias a él, a Rubén. Veía a Marta, Rocío y Arancha bailando en la mitad de la pista (yo estaba en un lado) y se reían, de estas risas de amigas cuando te gusta un chico.
Él me contaba cosas suyas, y yo mías. Mis gustos, mis aficiones ect... Bailabamos al compás de las canciones que ponían. Ofú, ahora que veía bien, veía que era super guapo, y con unos ojazos tremendos. No sabría describirlos, hermosos. Se hacia de día ya, y yo seguía con Rubén. Serían las 6 de la mañana cuando yo me di la vuelta para decirle al Dj que pusiera una canción marchosa cuando me cogió por detrás y...

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Capítulo 8. Bonjour princesse.

...Rocío.
Yo: ¿Quién es Rocío?
No me pudo responder, la chica, o mejor dicho, Rocío ya estaba ahí, delante de nosotros.
Fran: Chicas, esta es mi hermana, Rocío.
Como dijo Fran, si, era Rocío, y Marta la tenía que conocer... Pero ni idea de qué, aunque por lo pálida y sonrojada que estaba me lo imaginaba.
Yo: Hola Rocío, me llamo Ainhoa -sonreí-
Rocío: ¡Hola Ainhoa! -sonrió energéticamente- Hola Marta -miró a Marta y la dio un golpecito en el hombro-
Marta: -sonrió-
Empezamos a andar y estuvimos hablando e intercambiando información con Rocío. Era maja. Tenía 15 años como nosotras y vivía en Francia, en un pueblo cercano a París.
Marta apenas hablaba, y cuando lo hacia sólo era conmigo, parecía que tenía miedo o algo... Llegamos a un local, con mucho ambiente. Era genial.
Támara: Venga chicas, ¡a bailar se ha dicho!
Yo: Ofú, vamos a salir de aquí super cansadas.
Támara: De eso se trata, nos espera una noche inolvidable.
La miré y sonreí. Pensaba lo mismo que ella. Mi prima nos dio un vaso a cada una, no tenía ni idea de que llevaba pero me fiaba de mi prima. Bebí un sorbo y estaba rico, no hago asco a casi nada.
 Rocío se separo un instante de nosotras y aproveché para hablar con Marta.
Yo: Explícame porque estás así.
Marta: ¿No lo ves? Es ella.
Yo: ¿La chica que te gusta...? -bajé la voz-
Marta: -susurrandome- sí.
Yo: Entiendo... Ya me explicarás como la conocistes...
No pude decir más palabras, Rocío se acercaba con otra chica, no la conocía.
Rocío: Perdón por no deciros que me iba -sonrió-
Yo: No pasa nada.
Rocío: Os presento a Arancha, mi amiga.
Yo: ¡Hola Arancha! -la sonreí-
Arancha: Hola chicas -sonrió-
Fui a la barra y le dije a mi prima que me diera otro vaso. Cogí el vaso y lo llevé hasta donde estaban Marta, Rocío y Arancha.
Yo: ¿Quieres? -miré a Arancha-
Arancha: ¿Qué es?
Yo: Mm -no estaba segura de qué era- algo con alcohol -me reí-
Arancha: -cogió el vaso- con que me digas eso me basta.
Estuvimos bailando y hablando a la vez. Perdí de vista a mi prima, supongo que estaría bailando borracha ya, llevabamos unas cuantas horas ya ahí, y yo iba mareada. Me tomé como unos 4 vasos de distintas cosas, ni idea de que era cada uno de los vasos, ya ni veía. Marta más de lo mismo, Rocío y Arancha lo mismo. Nos reíamos sin motivo alguno. Me sentía genial, lo que pasaba es que sólo veía bien (más o menos) a Marta, Rocío y Arancha. Me puse a hablar con Arancha, a contarla mis penas y ella las suyas, y aunque nos hubieramos conocido hace unas horas había algo en ella que me hacia confiar muchisimo en ella. Como no veía mucho y estaba super cansada de bailar (pero seguía hay dando todo xD) no sabía donde estaban Marta y Rocío. Pasé de buscarlas y sobretodo de pensar donde estarían. Fui a la barra, el camarero ya me conocía y todo, y cogí otro vaso. Arancha hizo lo mismo, nos iba a dar algo... Pero yo seguía bebiendo y Arancha igual.
Se nos acercó un chico, parecía mono, pero yo pues como que no le veía mucho...

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Capítulo 7. Bonjour princesse.

...de fiesta.
Yo: ¿De fiesta?
Me quedé alucinando.
Támara: Sí, venga que he quedado y sé que os queréis venir.
Yo: ¡Gracias prima!
Nos fuimos a nuestra habitación y nos dispusimos a vestirnos.
Marta: Ainhoa... ¿te acuerdas de lo que hemos hablado antes?
Yo: Sí, ¿qué pasa?
Marta: Que... la chica que me gusta esta en Londres.
Yo: -alucinando-
Marta: Y no sé que hacer si la veo...
Yo: ¿Ella sabe que estás por ella?
Marta: No.
Yo: ¿Y ella es... Digo, le gustan las chicas?
Marta: No lo sé...
Yo: Pues intenta ser su amiga, todo se verá -la sonreí-
Marta: De acuerdo.
Nos vestimos, no sabíamos donde íbamos, sólo que era una fiesta. O un baile, o un botellón, no lo sabíamos. Y mi prima tiene mucho peligro, tiene 22 años y me lleva consigo, increíble.
Salimos de la habitación.
Yo: Prima, ¿nos puedes decir a dónde vamos?
Támara: Ya lo veréis, ahora siendo sinceras, ¿bebéis alcohol?
Yo: -pensando y mirando a Marta a la vez- mm...
Támara: Vale, eso es un sí.
Yo: Pero poco, ¿por qué?
Támara: A lo mejor bebemos, al fin y al cabo nos vamos de fiesta, ¿no?
Yo: Claro -miré a Marta-
Salimos de casa de mi prima, andamos unos 10 minutos y ella se encontró con sus amigos. Eramos las pequeñas.
Primer amigo: ¡Hola chicas! ¿cuántos años tenéis?
Yo y Marta: 15.
Primer amigo: Guai, yo tengo una hermana de vuestra edad que tengo que ir ahora a por ella... Perdón, me llamo Fran.
Támara: Vamos a por ella, ¿no?
Fran: Vamos.
Empezamos a andar hacia la supuesta casa de Fran (ni idea de donde estaba). Fran subió a su casa y bajo a los 5 minutos con una chica. Miré a Marta y estaba pálida. La susurré:
Yo: ¿Qué te pasa?
Marta: -tartamudeando y mirando fijamente a la chica mientras bajaba las escaleras- ella... ella es...

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Capítulo 6. Bonjour princesse.

...una chica...
Me quedé como ahora mismo espero que esteis vosotros/as. No sabía que contestarla, menos mal que no me veía la cara que se me había quedado, ya que la luz estaba apagada. Después de varios minutos reaccioné.
Yo: Marta... ¿estás segura?
Marta: Mira Ainhoa... Te voy a contar lo que siento ahora mismo, es como cuando te gusta un chico, ¡pero en vez de gustarte un chico te gusta una chica! No creo que haya ningún problema en eso...
Yo: -la interrumpí- ¡pero Marta! Si yo no he dicho nada, me parece genial, si es lo que te gusta yo lo respeto, ¡y a quien no le guste que no mire! Y dime, ¿cómo te distes cuenta?
Marta: Es una sensación muy rara...
Noté como Marta empezaba a llorar, me levanté y fui a su cama a consolarla. Encendí la lámpara que estaba a su lado y la abracé. Mientras estabamos abrazadas:
Yo: Joder Marta... No llores, no tienes porque llorar.
Marta: Sí, es que me veo diferente, nunca he sentido esto...
Yo: Siempre hay una primera vez para todo... Anda, toma -la dí un 'clinex'-
Marta: -secandose las lágrimas- gracias por entenderme.
Apagué la luz y me fui a mi cama, ya no hubo palabra en toda la noche.
Al día siguiente nos despertamos a las 10.00 de la mañana. Me desperté antes que Marta y fui ha despertarla. Se despertó y la abracé más fuerte que nunca y la dije al oído: Siempre estaré a tu lado, nunca me separaré de ti a no ser que tú me lo pidas.
Con esas palabras nos fuimos a desayunar. Su madre estaba preparandonos el desayuno. Tostadas con mantequilla y mermelada. Terminamos y nos fuimos a vestir.
Eran las 10.50 y teníamos el vuelo a las 12.00, nos daba tiempo de sobra. La madre de Marta nos llevó al aereopuerto. Eran las 11.30. Esperamos 30 minutos (media hora) al avión.
Llegamos a Londres a la 13.00 (no sé cuanto tiempo hay desde París a Londres xD).
Llamé a mi prima y nos dio las indicaciones para ir a su casa. Llegamos, vivas, ya que si no fuera por las indicaciones de mi prima nos hubieramos perdido. Comimos en su casa, nos echamos la siesta ya que estabamos muy cansadas y a las 21.00 mi prima nos despertó a las dos.
Mi prima: ¡Chicas, despertaros!
Yo: -dormida todavía- joder Támara, estás tonta ¿o qué?
Támara: No.
Yo: ¿Entonces para que nos despiertas?
Támara: ¡Son las 21.00 bonitas!
Yo: Ya, ¿y qué?
Támara: Pues que os tenéis que despertar.
Yo: Estamos cansadas prima...
Támara: Bueno, os he dejado descansar que eso ya es mucho, como 6 horas.
Yo: Bueno vale -me levante y acto seguido lo hizo Marta- ¿qué quieres que hagamos ahora?
Támara: Que os vistáis.
Yo: ¿Para qué?
Támara: ¿Para salir? -se puso vacilona-
Yo: ¿A dónde?
Támara: No preguntéis, vestiros que nos vamos...

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Capítulo 5. Bonjour princesse.

...tu prima, ¿te acuerdas qué se fue a vivir a Londres? Pues sería un detalle por tu parte ir a visitarla.
Yo: Me parece bien pero, ¿me dejas ir?
Mi madre: Sí.
Estallé de alegría, no me lo creía. Salimos de mi casa para ir de nuevo a casa de Marta y contarselo a su madre.
Marta: Mamá, al final la dejan a Ainhoa -sonrió-
Madre de Marta: Fantástico, ya podéis hacer las maletas.
Marta: Pero mamá, si no nos vamos en una semana.
Madre de Marta: Ya, pero durante esa semana os quedáis en Londres.
Otra sorpresa más, ahora si que no me lo creía.
Marta: ¿Y dónde vamos a dormir?
Madre de Marta: Mm...
Yo: Mi prima vive en Londres, podríamos vivir ese tiempo con ella.
Madre de Marta: ¿Le parecería bien?
Yo: Yo creo que sí.
Madre de Marta: ¡Pues ya está! ¿Ainhoa te quieres quedar hoy a dormir aquí y mañana partir hacia Londres?
Yo: Por supuesto -sonreí- pero tendría que ir a por la maleta, hacerla y todo eso...
Madre de Marta: Claro, ve.
Salí de casa de Marta. Al llegar a la puerta de mi casa vi a Azahara.
Yo: ¡Hola Azahara!
Azahara: Hola -se rió-
Yo: ¿Qué haces?
Azahara: Pues nada, que iba a comprar.
Yo: ¿El qué?
Azahara: Pan.
Yo: -me reí- eso esta bien, yo me voy toda esta semana a Londres.
Azahara: Venga ya... ¡Que morro! ¿Y luego irás a ver a Auryn no?
Yo: Sí.
Azahara: Bueno, nos vemos en el concierto, ¡suerte!
Yo: Gracias, adiós.
Entre en mi casa despidiendome con la mano. Entré en mi casa, le dije a mi madre lo que habíamos planeado, le pareció bien. Hice las maletas con ayuda de mi madre y salí de casa. Al llegar a casa de Marta deje la maleta en su habitación. Le conté a Marta que había visto a Azahara. Pero el caso es que se me volvio a olvidar preguntarla de que parte de España venía. Llegó la noche y nos dispusimos a dormir ya que nos teníamos que levantar pronto para estar en Londres a una hora digna. Nos pusimos los pijamas, y nos acostamos sobre las 22.00. Pero no íbamos a dormirnos a esa hora. Íbamos a hablar un rato.
Estuvimos hablando a susurros de que íbamos a hacer en Londres y esas cosas. Pero de repente nos quedamos sin tema de conversación, y Marta saltó:
Marta: Ofú tía, te tengo que contar una cosa.
Yo: Ya sabes que estamos en confianza, ¿no?
Marta: Claro pero... Esto es muy fuerte y nunca me lo esperé de mí misma.
Yo: Joder, ¿tan fuerte es?
Marta: Sí... Te lo cuento porque eres una persona increíble y espero que me entiendas...
Yo: ¡Claro que te entenderé!
Marta: Bueno... Es que me gusta...

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Capítulo 4. Bonjour princesse.

...se lo tendré que preguntar a mi madre, ¿no?
Marta: Es verdad, ahora vamos a tu casa -sonrió-
Terminamos de merendar y salimos de casa de Marta. En frente de mi casa estaba una chica que parecía que no encontraba las llaves.
Yo: ¿Te ayudamos?
Chica: No hace falta...
Yo: Se te han perdido las llaves, ¿verdad?
Chica: Sí.
Yo: ¿Cómo te llamas?
Chica: Azahara ¿y vosotras?
Yo: Yo Ainhoa y ella Marta.
Azahara: Sois españolas, ¿no?
Yo: Pues sí, y veo que tú también.
Azahara: Sí.
Yo: Es que en cuanto te vi, pensé que no hacia falta hablarte en francés -sonreí-
Azahara: -se rió-
Yo: ¿Vives aquí?
Azahara: Sí, al lado de esta casa.
Yo: Esta es mi casa -sonreí-
Azahara: ¡Wau! Vivimos al lado -se rió-
Yo: Sí -me reí con ella y Marta igual-
Por fin encontró las llaves, era un poco despistada.
Azahara: ¿A dónde vais?
Yo: A mi casa a decirle a mi madre si me deja ir a Londres...
Azahara: ¿Te vas ya? -se quedó mirandome intrigada-
Yo: No, sólo vamos a un concierto, el de...
Azahara: Auryn -se anticipó a mí-
Yo: ¿Cómo lo sabes...?
Azahara: Yo iré también.
Yo: Ostia, entonces nos vemos en el concierto.
Azahara: Sí.
Yo y Marta: Adiós.
Azahara: Adiós.
Entramos en el portal mirandonos y riendonos, ya habíamos conocido a alguien más. Se me olvido preguntarla de que parte de España venía, bueno, al fin y al cabo la vería en el concierto y la tengo al lado de mi casa.
Nos dispusimos a entrar en mi casa y preguntarselo a mi madre, cruzando los dedos.
Yo: ¡Hola mamá!
Mi madre: Hola hija, hola Marta.
Yo: Mira mamá, te tengo que comentar una cosa, Marta se va a Londres a un concierto, el de Auryn, esos chicos que de tanto hablo yo.
Mi madre: Ah sí, ¿y?
Yo: Que si puedo ir yo...
Mi madre: ¡¿A Londres?!
Yo: Claro mamá...
Mi madre: Bueno... Pero tendrás que ir a visitar a...

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Capítulo 3. Bonjour princesse.

Mi madre se dirigió hacia una de sus maletas. Saco una especie de caja envuelta. Me la entregó. Yo estaba muy confusa, ¿qué sería? Me dispuse a abrirla.
Yo: ¡Madreee! Una Canon EOS 600D (una cámara digital) Pero, ¿y esto, mamá?
Mi madre: Un regalo que tenía para ti, como me comentastes que la querías hace ya tiempo... Y como se acerca tu cumple pues, ahí la tienes.
Me quede flipando. No pensaba que mi madre me iba a regalar esa cámara, la cogí y la miré, estaba muy ilusionada.
Yo: Mamá, la dejo aquí, ya la estrenaré -sonreí-
Mi madre: Vale hija. Vete ya que Marta te estará esperando.
Yo: Es verdad, adiós mamá.
Mi madre: ¿Llevas el móvil?
Yo: Sí.
Salí de casa con mi hermana la plasta, todo era nuevo para mí, y ahora podía fotografiar cada momento, era genial. Miré las calles desde la salida del portal. Para ir a la casa de Marta tenía que ir para la derecha dos calles. Lo hice. Mientras contemplaba París, fabuloso. Llegué, y lo supe porque en el buzón ponía el nombre de Marta y los de su familia. Llamé, me contestó Marta y me dijo que pasara.
Pasé, la casa era preciosa.
Marta: -se dirigió hacia mi hermana- ¡Hola Marta! -se rió-
Mi hermana: Hola...
Yo: Estúpida, me han echo traermela.
Marta: No pasa nada, es bien recibida -sonrió-
Yo: Ya, pero tú sabes que es una plasta.
Marta: Bueno, todos los hermanos somos iguales -se rió-
Yo: Estás contenta, ¿eh?
Marta: Sí bueno.
Yo: Pues adivina qué.
Marta: ¿Qué?
Yo: ¡Mi madre me ha regalado una cámara!
Marta: ¿Sí? ¿Cuál es?
Yo: La Canon EOS 600D.
Marta: Ostias, que morruna.
Yo: -me reí-
Marta: Sentaros, mi madre, mi padre y mi hermana se han ido ha conocer un poco más París.
Yo: Mm ¿qué hacemos mientras?
Marta: He pensado jugar algún juego de mesa.
Yo: Perfecto, eso le gusta a mi hermana.
Sacó el Monopoly (vale, mi hermana de verdad me lo ha pegado, el jugar ~.~). Estuvimos jugando como una hora y pico, hasta que llegaron sus padres. Dejamos de jugar y estuvimos merendando. Mientras merendamos:
Madre de Marta: Marta, tienes que salir, París es genial.
Marta: Ya saldré.
Madre de Marta: Ah por cierto, toma.
Marta: Pero... Esto son dos entradas para ver a Auryn la próxima semana. ¿Actúan aquí?
Madre de Marta: No, actúan en Londres.
Marta: -sorprendida- Entonces... ¡¿Voy a ir a Londres?!
Madre de Marta: Exacto, y Ainhoa te acompañará, por eso hay dos entradas.
Marta: -me mira- ¿Quieres ir?
Yo: ¿Estarás de broma no? ¡Eso ni se pregunta! Pero...

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Capítulo 2. Bonjour princesse.

...era mi amiga Marta. Esa chica tan esencial en mi vida, la que esta en los buenos momentos y también en los malos. Me pregunté que carajos hacía ahí.
Yo: ¡Marta! Mi cosota ¿qué haces aquí?
Marta: Joder lo mismo me pregunto yo.
Yo: Yo pregunte primero, responde -la sonreí-
Marta: -se río- pues nada, que me voy a vivir a París y tengo que coger el avión.
Yo: No me jodas... ¡yo también! ¿Cómo es que no me has dicho nada?
Marta: Estuve en mi pueblo todos estos días, para ver a mis abuelos y tal, y no pude contactar contigo.
Yo: Joder es verdad, que me lo dijistes, ya decía yo que me faltaba alguien por despedirme...
Marta: Que casualidad, pues ahora tengo más ganas de ir a París -me dedicó una de sus muchas sonrisas-
Yo: ¿Cuando es tu vuelo? -la mire interesada-
Marta: Dentro de media hora, ese -me señaló con el dedo en la pantalla de los vuelos-
Yo: -lo mire- ¡el mío es el mismo!
Marta: Entonces me voy contigo, que va a ser muy aburrido si voy con mi familia.
Yo: Pues si, la verdad.
Seguimos hablando durante media hora, cuando anunciaron que los pasajeros debían ir hacía el avión.
Marta y yo nos dirigimos hacía el avión, subimos y tan contentas las dos. Al fin y al cabo ya conocía a alguien para compartir la maravillosa ciudad de París.
Ahora todo sería más fácil con Marta a mi lado. Pasaron dos horas, aproximadamente (no sé cuanto se tarda desde Madrid hasta París ~.~) y llegamos a París. Lo primero que hice fue dirigirme hacía mis padres y mi hermana:
Yo: Mamá, he sido muy afortunada al encontrarme a Marta en el aereopuerto.
Mi madre: La verdad es que si, hija. Ahora ya no estarás aburrida en lo que queda del verano.
Yo: Sí -me reí- ¡pues ahora dejo las maletas en la nueva casa y me voy a ver París con Marta!
Mi madre: No, primero tendrás que ver la casa y ayudarnos con las maletas, ¿no crees?
Yo: Osti... Em, es verdad, y Marta supongo que hará lo mismo... La diré que dentro de unas horas la llamo y ya quedamos -sonreí-
Mi madre: Perfecto.
Se lo dije a Marta, y le parecio perfecto también.
Salimos del aereopuerto y cogimos un taxi. Yo montada en el taxi aprovechaba para ir viendo un poco más de París, era hermoso, tal y como en las fotos se ve. Llegamos a nuestra nueva casa, era muy bonita.
Nos pusimos manos a la obra y comenzamos la mudanza.
Pasaron un par de horas y yo estaba muerta. Llamé a Marta:
(Conversación telefónica)
Yo: ¡Marta! ¿Y si dejamos lo de pasear para mañana? Es que estoy muerta.
Marta: Me parece maravilloso, porque yo también. O si quieres te vienes a mi casa, la ves y jugamos a algo.
Yo: Mira, eso me parece bien. ¿Dónde vives? -me reí-
Marta: A dos calles de ti.
Yo: ¿Sabes dónde vivo?
Marta: Si, porque tu madre en el aereopuerto me saludo y me lo dijo.
Yo: Joder con mi madre, se adelanta a mí -me reí-
Marta: Es más espabilada que tú -se río-
Yo: ¡Oye! -me indigné-, bueno, ahora mismo voy para allá. ¡Hasta ahora!
(Fin de llamada)
Me dirigí a mi madre:
Yo: Mamá, estoy super cansada pero voy a casa de Marta para jugar y eso.
Mi madre: Llevate a tu hermana.
Yo: ¡Ni de coña, mamá!
Mi madre: Te la llevas o no sales.
Yo: Me caguen... Vale -llamé a mi hermana- ¡Vamos petarda!
Mi madre: Espera, tengo algo para ti...

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Capítulo 1. Bonjour princesse.

(Esta historia NO esta basada en echos reales, pero puede que alguien la haya vivido y la escribo para que veáis que si te propones algo lo puedes conseguir.) Hola me llamo Ainhoa y tengo 15 años, vivo con mi hermana Marta y mis papis, en Móstoles, Madrid. Bueno, ya está la presentación, ahora empiezo.
Un día estaba yo tan tranquila comiendo con mi familia y salta mi padre:
Mi padre: Ainhoa, ve haciendo las maletas.
Yo: Pero... ¡¿qué?!
Mi padre: Eso chiquilla, que nos vamos a vivir a Francia.
A mí me costo mucho asimilar que me iba de donde había vivido siempre, donde tenía a mis amigos, los de toda la vida... Pero era cuestión de trabajo y yo tenía que aceptarlo. Pregunté:
Yo: Papá, ¿cuando nos vamos?
Mi padre: Dentro de una semana.
¡Ya está! Dentro de una semana me iba... Tenía tiempo para despedirme, de mis amigos, de mi equipo, de todos en general...
Paso 6 días, la gente todavía no se creía que me iba, pero entre abrazos y lágrimas se despidieron de mí.
En casa estuve haciendo las maletas. Iba a extrañar mi casa, a mis amigos a todos, pero bueno, borrón y cuenta nueva.
Llegamos al aereopuerto y yo estaba muy nerviosa, siempre quise ver París, y allí es donde me iba a ir a vivir. Lo bueno es que era verano y iba a empezar allí las clases, tenía que aprender un nuevo idioma... Pero me resultará fácil, o eso creo.
Me senté en una silla para esperar al avión y de repente vi a una cara conocida. No me lo creía, era...

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